Todo este área se encuentra en la transición entre las latitudes medias y las tropicales, en el límite occidental del continente euroasiático, situación de gran significación en la historia y características de su flora y vegetación.
Su situación occidental dentro de Europa, la hace mirar, por un lado al Atlántico, de donde proceden la mayor parte de las lluvias. Y también al Mediterráneo que también tiene influencias físicas, así como históricas (del Mare Nostrum nos han venido la mayor parte de las civilizaciones que han ocupado las tierras ibéricas)
La variada orografía contribuye a la heterogeneidad ambiental, al igual que lo hace su compleja litología, estando ambas estrechamente relacionadas. A diferencia de otras zonas europeas, la altitud media de la península ibérica es relativamente alta. Comparte con las otras penínsulas mediterráneas de Italia, Grecia y los Balcanes, y con la península anatólica (Turquía), la existencia de numerosas montañas, a diferencia de Europa central, mucho más llana. Relieves abruptos similares también los encontramos en el norte de Africa. Estas características han sido de gran relevancia en la gran diversificación de la flora y vegetación mediterráneas.
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