El viento del sureste cálido y las altas temperaturas aumentaron la virulencia del fuego. Finalmente la rápida extinción permitió que solo se quemaran entre 50 y 100 hetáreas de pino carrasco según distintas fuentes periodísticas. La causa parece que fue la quema de un rastrojo.
Pino quemado en su mitad inferior |
Detalle de la corteza quemada del pino de la izquierda |
Troncos ennegrecidos por el fuego, que no llegó a quemar las copas |
Regeneración de pinos en parcela quemada |
Pequeños pinos regenerados de la semilla de los pinos padre de alrededor |
Regenerado de pinos tras los árboles padres que solo perdieron la parte baja de sus copas |
Se observa el regenerado de pinos entre las dos manchas de pinos maduros. Los pinos de más abajo tienen un tamaño mayor debido a las mejores condiciones hídricas de la parte baja de la ladera. |
Vista de una de las manchas de pinar que no se quemaron. En primer plano zonas no repobladas con vegetación calcícola baja y carrascas y coscojas dispersas |
Una de las pocas encinas presentes en la zona |
Algunas reseñas periodísticas del incendio:
http://www.elmundo.es/elmundo/2001/07/31/sociedad/996601792.html
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-02-08-2001/abc/Toledo/extinguido-el-incendio-de-oca%C3%B1a-que-arraso-200-hectareas_37966.html
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