En la carretera que va de Tarancón a Barajas de Melo, en el término de Belinchón (Cuenca), podemos ver amplias zonas de matorral yesífero y calcícola intercaladas por restos de encinar y pinares de repoblación de pino carrasco. A medio camino sale una pista a la izquierda a la fina El Pinar.
En la antigüedad los pinares de carrasco de la Sierra de Altomira debieron extenderse hacia tierras del Tajo y de la Mancha, aprovechando zonas abruptas como los cerros yesíferos y calizos que bordean los valles de ríos y arroyos. Actualmente solo queda un pinar natural claro fuera de la sierra citada y se localiza en el monte la Encomienda de Villarejo de Salvanés.
En el mapa inferior figura este y otros montes naturales de pino carrasco (en azul claro) y las repoblaciones de pino (en morado), según el último mapa forestal nacional. En este mapa no se distingue entre bosques naturales y repoblaciones antiguas integradas.
Hemos añadido al mapa los topónimos que aluden al pino que figuran en los mapas topográficos 1:25.000 del Instituto Geográfico Nacional. Como se ve hay una continuidad de topónimos entre el pinar de la Encomienda de Villarejo de Salvanés y los pinares de Albalate de Zorita, en la Sierra de Altomira.
Los topónimos cercanos al pinar que íbamos a buscar (señalado en color rosa en el mapa inferior) eran Pinar, Casa del Pinar, Camino del Pinar y El Pinillo.
Una impresión de la vegetación circundante y de como se reparte espacialmente nos la da la fotografía aérea, donde destaca la mancha de pinar sobre los demás tipos de vegetación como una zona de arbolado denso con las copas oscuras, frente al resto de la vegetación natural donde el arbolado es menos espeso.
En la fotografía aérea de más detalle vemos que en realidad el pinar no es tan denso y solo en determinadas zonas hay tangencia de las copas de los árboles.
Cultivos de cereal repoblaciones de pino carrasco en las partes bajas de las laderas y espartales |
En zonas de orientación norte los restos de encinar tienen mayor densidad. |
Mezcla de espartales, repoblaciones de pino y encinas dispersas en las laderas yesíferas |
En la parte superior de esta ladera se encuentra el pinar que buscamos |
El matorral de los cerros yesíferos tiene, además de esparto, Gypsophila struthium, Centaurea hyssopifolia, Lepidium subulatum, Ononis tridentata, Helianthemun squamatum, etc. También aparecen otras plantas calcícolas más generalistas como Sideritis hirsuta, Doricnium pentaphylum, Thymus zigys, etc.
Ononis tridentata |
Las encinas logran persistir en las laderas yesíferas más empinadas, aunque con un tamaño raquítico. |
Una vez llegamos a la zona vemos que se trata de un pinar integrado, donde aparte de la conífera, claramente plantada como se aprecia en la alineación de los árboles, aparecen especies de los antiguos montes como coscojas, encinas, Rhamnus alaternus, Staehelina dubia, Cistus albidus y algún quejigo.
Staehelina dubia es un pequeño arbusto siempre cercano a restos de encinar o quejigar |
Una cepa de quejigo dentro del pinar |
Mata de encina en el pinar |
Filas de pinos de buen tamaño, con abundante matorral bajo sus copas |
Desde la parte superior de pinar tenemos unas vistas magníficas de toda la vegetación de la campiña.
Se observa la alternancia de cultivos de cereal, laderas yesíferas con matorral y encinas (también coscojas) dispersas y repoblaciones de pinos |
Una de las zonas de encinar mas espeso. |
Encinas dispersas en laderas yesíferas con muy poco suelo. La densidad de encinas aumenta en las vaguadas |
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